PROLOGUE PRÓLOGO
Del libro “Philoméla”
Deux monts plus vastes que l'Hécla[1] Dos montañas más grandes
que el Hekla
Surplombent la pâle contrée descollan sobre las pálidas
regiones
Où mon désespoir s'exila. donde se exilió mi desesperación.
Solitude qu'un rêve crée! ¡Soledad suscitada por un sueño!
Jamais l'aube n'étincela Nunca el amanecer brilló
Dans cette ombre démesurée. sobre estas sombras
desmesuradas.
La nuit! la nuit! rien au delà! ¡La noche! ¡La noche! Nada
más allá.
Seule, une voix monte, éplorée; Sólo una voz afligida
asciende:
O ténèbres! écoutez-la. ¡oh, tinieblas, escuchadla!
C'est ton chant qu'emporte Borée, Es tu canto transportado
por el Bóreas,
Ton chant où mon cri se méla, tu canto mezclado con mi
llanto,
Éternelle désespérée, eternamente desesperado:
Philoméla! Philoméla! ¡Filomela! ¡Filomela!
ÉPILOGUE EPÍLOGO
Del libro “Philoméla”
La tombe et la nuit m'ont quitté. La tumba y la noche me han
abandonado
Vienne la femme qui s'émeuve . ¡Viene la mujer que
estremece,
Sous mon baiser ressuscité! resucitada por mi beso!
J'étais pareil au lit d'un fleuve Era semejante al lecho de
un río
Dans les jours brûlants de l'été, durante los días ardientes
del estío,
Sec et morne, attendant qu'il pleuve; seco y triste,
aguardando la lluvia;
L'ennui du mal m'avait hanté; el abatimiento del mal me
había embrujado,
Mais j'ai triomphé de l'épreuve pero he triunfado en la
prueba
Et rompu le joug détesté. y he roto el detestado yugo.
Mon désir de nouveau s'abreuve ¡Mi deseo de novedades se
nutre
Aux pures sources de beauté, de los puros manantiales de la
belleza,
Et je repands mon âme neuve y derramo mi nueva alma
Dans un amour illimité! en un amor ilimitado!
[1]
El Hekla es un volcán islandés, cima situada sobre el Círculo Polar Ártico, y
por tanto apropiada para efectuar una comparación con las regiones boreales de
perenne oscuridad que evocan las rimas de Mendès.
No hay comentarios:
Publicar un comentario