Del libro “Poèmes antiques”
Ô Cigale, née avec les beaux jours, Oh, cigarra, nacida con
el buen tiempo,
Sur les verts rameaux dès l'aube posée, posada sobre los
verdes brotes desde el amanecer,
Contente de boire un peu de rosée, contenta con poder beber
un poco de rocío,
Et telle qu'un roi, tu chantes toujours. semejante a un rey,
siempre estás cantando.
Innocente à tous, paisible et sans ruses, Todo inocente,
apacible y sin tretas,
Le gai laboureur, du chêne abrité, el alegre agricultor,
protegido por el roble
T'écoute de loin annoncer l'Été. desde la lejanía te oye
anunciar el verano.
Apollôn t'honore autant que les Muses, ¡Apolo te honra tanto
como las Musas,
Et Zeus ta donné l'Immortalité! y Zeus te dio la
inmortalidad!
Salut, sage enfant de la Terre antique, ¡Salud, sabio retoño
del mundo antiguo,
Dont le chant invite à clore les yeux, cuya canción invita a
cerrar los ojos;
Et qui, sous l'ardeur du soleil Attique, y que, bajo el
ardiente sol ático,
N'ayant chair ni sang, vis semblable aux Dieux. vives igual
que los dioses sin ser de carne y hueso!
A continuación, adjunto un enlace a la versión para soprano
y piano de este poema, compuesta por Ernest Chausson.