VIDUITÉ
VIUDEDAD
Del libro "Sonnets"
Je suis pareil à ce nid d'hirondelle Soy semejante a ese nido de golondrina
Qui resta vide au retour des hivers; que se quedó vacío al retornar el invierno;
Sous les grands toits que la neige a couverts bajo los grandes tejados que cubre la nieve,
Plus de baisers, de chants, ni de bruits d'aile. no más besos, ni cantos, ni batir de alas.
Je suis pareil à cette citadelle Soy semejante a esta ciudadela
Abandonnée après de longs revers, abandonada después de muchas vicisitudes,
Murs dégradés, par la mitraille ouverts, de muros dañados y abiertos por la metralla,
Et que le temps à son tour démantèle. y que el tiempo desmantela a su paso.
Mais, le nid veuf, la brise le ravit; Pero la brisa encanta el nido viudo;
Le mur s'écroule enfin, la place forte el muro finalmente se derrumba, la plaza fuerte
Est un rocher que le passant gravit; se convierte en un roquedal que escala el excursionista;
Moi seul j'attends un souffle qui m'emporte: sólo atiendo a un suspiro que me turba:
Depuis longtemps déjà mon âme est morte, ¡hace ya largo tiempo que mi alma ha muerto,
Et mon cadavre obstiné me survit! y mi obstinado cadáver me sobrevive!
Del libro "Sonnets"
Je suis pareil à ce nid d'hirondelle Soy semejante a ese nido de golondrina
Qui resta vide au retour des hivers; que se quedó vacío al retornar el invierno;
Sous les grands toits que la neige a couverts bajo los grandes tejados que cubre la nieve,
Plus de baisers, de chants, ni de bruits d'aile. no más besos, ni cantos, ni batir de alas.
Je suis pareil à cette citadelle Soy semejante a esta ciudadela
Abandonnée après de longs revers, abandonada después de muchas vicisitudes,
Murs dégradés, par la mitraille ouverts, de muros dañados y abiertos por la metralla,
Et que le temps à son tour démantèle. y que el tiempo desmantela a su paso.
Mais, le nid veuf, la brise le ravit; Pero la brisa encanta el nido viudo;
Le mur s'écroule enfin, la place forte el muro finalmente se derrumba, la plaza fuerte
Est un rocher que le passant gravit; se convierte en un roquedal que escala el excursionista;
Moi seul j'attends un souffle qui m'emporte: sólo atiendo a un suspiro que me turba:
Depuis longtemps déjà mon âme est morte, ¡hace ya largo tiempo que mi alma ha muerto,
Et mon cadavre obstiné me survit! y mi obstinado cadáver me sobrevive!
¡Versos tristes, sí! Se acaba un año, pasa un año, falta un año menos para el fin -de nuestra vida, de la vida de los nuestros, de la vida de los dioses y del universo. Por eso, no está de menos un poco de melancolía; aunque, por variar, en vez de acogernos al tan manido Verlaine no estaría de más probar otras lágrimas rimadas. Como las de Mèndes, en quien el pauvre Lelian reconoció a uno de sus precursores. No hay más que leer esta obra del olvidado e inclasificable maestro para hacerse una idea de ello.
Particularmente, lo que más lamento es no haber podido dar cumplimiento a uno de mis propósitos para 2016: ofrecer una amplia selección del parnasianismo poético francés. Pero no importa: en 2017 seguiré presentando a tantos como aún faltan -Banville, Glatigny, Lemoyne, Jean Lahor, el vizconde de Guerne... y un largo etcétera para los próximos meses.
Particularmente, lo que más lamento es no haber podido dar cumplimiento a uno de mis propósitos para 2016: ofrecer una amplia selección del parnasianismo poético francés. Pero no importa: en 2017 seguiré presentando a tantos como aún faltan -Banville, Glatigny, Lemoyne, Jean Lahor, el vizconde de Guerne... y un largo etcétera para los próximos meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario