L’HOLOCAUSTE EL
HOLOCAUSTO
Del libro “Poèmes antiques”
C'est l'An de grâce mil six cent dix-neuf, le seize Es el
año de gracia de mil seiscientos diez y nueve, el seis
De juillet, en un vaste et riche diocèse de julio, en una
vasta y próspera diócesis
Primatial. Le
ciel est pur et rayonnant. primacial. El cielo es puro y deslumbrante.
Bourdons et
cloches vont sonnant et bourdonnant. Campanas grandes y chicas resuenan
y bordonean.
La Ville en fête rit au clair soleil qui dore El pueblo en
fiestas ríe bajo el claro sol que dora
Ses pignons, ses hauts toits et son fleuve sonore, sus
pináculos, sus altos tejados y su río sonoro,
Ses noirs couvents hantés de spectres anxieux, sus negros
conventos habitados por ansiosos espectros,
Ses masures, ses ponts bossus, abrupts et vieux, sus
casuchas, sus puentes gibosos, empinados y viejos,
Et le massif des tours aux assises obliques y la acumulación
de torres de base oblicua
Sous qui hurlaient jadis les hordes catholiques. junto a las
que antiguamente aullaban las hordas católicas.
Pareil au grondement de l'eau hors de son lit, Semejante al
desbordamiento de las aguas que se salen de su cauce,
Un long murmure, fait de mille bruits, emplit un prolongado
murmullo, formado por un millar de sonidos, satura
Berges et carrefours et culs-de-sac et rue; aceras y
esquinas, calles y callejuelas;
Et la foule y tournoie et s'y heurte et s'y rue y la multitud
pulula y se agolpa y se irrita
Pêle-mêle, les yeux écarquillés, les bras en desorden, los
ojos abiertos como platos, agitando
En l'air: moines blancs, gris ou bruns, barbus ou ras, los
brazos: monjes blancos o grises u oscuros, barbudos o lampiños,
Chaux ou déchaux, ayant capes, frocs ou cagoules, calzados o
descalzos, con capas o hábitos o casullas;
Vieilles femmes grinçant des dents comme des goules, Viejas
rechinando los dientes como espectros;
Cavaliers de sang noble, empanachés, pattus, caballeros de
sangre noble, empenachados, patilargos,
Rogues, caracolant sur les pavés pointus, arrogantes,
caracoleando sobre adoquines puntiagudos;
Dames à jupe roide en carrosses et chaises, damas con faldas
largas, en carrozas y sillas de mano;
Gras citadins bouffis dans la neige des fraises, grasientos
villanos hinchados en la nieve de fresas,
Avec la rouge fleur des bons vins à la peau, con el
enrojecimiento de los buenos caldos a flor de piel;
Estafiers et soudards, et le confus troupeau escuderos y demás
soldadesca; y la confusa pandilla
Des manants et des gueux et des prostituées. de palurdos y
mendigos y prostitutas.
Plein de clameurs, de chants d'église, de huées, Llenos de
clamores, de cantos eclesiales, de rechiflas,
De rires, de jurons obscènes, tout cela de carcajadas, de
obscenos juramentos, todos
Vient pour voir brûler vif cet homme que voilà. vienen para
ver cómo arde ese hombre de ahí.
Debout sur le bûcher, contre un poteau de chêne, De pie
sobre la pira, contra un poste de roble,
Les poings liés, la gorge et le ventre à la chaine, las
manos atadas, el cuello y la cintura encadenados,
Dans sa gravité sombre et son mépris amer con seriedad
sombría y amargo desprecio
Il regardait d'en haut cette mouvante mer contemplaba desde
arriba este agitado mar
De faces, d'yeux dardés, de gestes frénétiques; de rostros,
de ojos hirientes, de gestos frenéticos;
Il écoutait ces cris de haine, ces cantiques escuchaba esos
gritos de odio, esos cánticos
Funèbres d'hommes noirs qui venaient, deux à deux, fúnebres
de hombres oscuros que pasaban,
Enfiévrés de leur rêve imbécile et hideux, febriles por su sopor
imbécil y desagradable,
Maudire et conspuer par delà l'agonie por allí a maldecir y menospreciar
su agonía
Et de leurs sales mains souffleter son génie, y a abofetear su
genio con sucias manos,
Tandis que de leurs yeux sinistres et jaloux mientras con
sus siniestros y envidiosos ojos
Ils le mangeaient déjà, comme eussent fait des loups. ya le estaban
devorando, como hubieran hecho los lobos.
Et la honte d'être homme aussi lui peignait l'âme. Y la vergüenza
de ser también humano le entristecía el alma.
Soudainement, le bois sec et léger prit flamme,
Repentinamente, en la leña seca y menuda prendió la llama.
Une langue écarlate en sortit, et, rampant Una lengua
escarlata brota y, ascendiendo
Jusqu'au ventre, entoura l'homme, comme un serpent. hasta la
cintura como una serpiente envolvió al hombre.
Et la peau grésilla, puis se fendit, de même Y la piel se
arrugó, luego se rajó, igual
Qu'un fruit mûr; et le sang, mêlé de graisse blême, que una
fruta madura; y la sangre, mezclada con la grasa amarillenta,
Jaillit; et lui, sentant mordre l'horrible feu, rezumó; y
él, sintiendo la mordedura del horrible fuego,
Les cheveux hérissés, cria: —Mon Dieu! mon Dieu!— los
cabellos erizados, gritó: “¡Dios mío, dios mío!”
Un moine, alors, riant d'une joie effroyable, Entonces, un
monje, riéndose con estremecedora alegría,
Glapit: Ah! chien maudit, bon pour les dents du Diable! chilló:
“¡Ah, perro maldito, bueno solo para los dientes del diablo!
Tu crois donc en ce Dieu que tu niais hier? ¿Crees ahora en
ese dios que ayer negabas?
Va! cuis, flambe et recuis dans l'éternel Enfer!— ¡Venga,
ásate y recuécete en el infierno eterno!”
Mais l'autre, redressant par-dessus la fumée Pero el otro,
reorientando bajo el humo
Sa dédaigneuse face à demi consumée su faz desdeñosa y a
medio consumir,
Qui de sueur bouillante et rouge ruisselait, por la que
chorreaba el sudor hirviente y rojo,
Regarda l'être abject, ignare, lâche et laid. miró a aquel
ser abyecto, ignorante, ruin y feo.
Et dit, menant à bout son héroïque lutte: Y dijo, llevando
hasta el extremo su heroica lucha:
—Ce n'est qu'une façon de parler, vile brute!— “¡Eso no es más
que una forma de hablar, zafio despreciable!”
Et ce fut
tout. Le feu le dévora vivant. Y eso fue todo. El fuego lo consumió
vivo.
Et sa chair
et ses os furent vannés au vent.[1] Y
su carne y sus huesos fueron dispersados por el viento.
[1]
El personaje histórico que protagoniza estas rimas es Giulio Cesare Vanini
(1585-1619), que fue quemado en la ciudad de Toulouse un 9 de febrero (¿tal vez
un miércoles de “ceniza”?), por defender en sus escritos la posibilidad de que
el hombre descendiera del mono y, sobre todo, por cuestionar un dogma demasiado
delicado, incluso en la actualidad: la inmortalidad del alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario