LA LANDE AUX ROCHERS DE LAS LANDAS A LOS ESCOLLOS
Del libro “Rayons perdus”
Qu'il faisait calme & beau, ce soir-là! L'angélus
¡Cuánta tranquilidad y belleza, aquella tarde! El Ángelus
Tintait naïvement de village en village, sonaba ingenuamente
de aldea en aldea,
Les flots du lac roulaient déferlant sur la plage, las ondas
del lago venían a romper en la playa,
La rainette chantait au revers du talus. la rana croaba
detrás del talud.
Une charrette au loin, de deux boeufs attelée, A lo lejos,
una carreta tirade por dos bueyes
Passait.
Nonchalamment assis sur le brancard, pasaba. Despreocupadamente sentado
en el pescante,
Gaule au poing, pieds pendants, le bouvier nasillard la vara
en el puño, los pies colgando, el boyero gangoso,
Éveillait en sifflant l'écho de la vallée, al silbar,
despertaba el eco del valle
Tandis que d'un beau ciel, or et pourpre au couchant, mientras un hermoso celaje, dorado y púrpura hacia poniente,
Vert et bleu sombre à l'est, tombait sur les collines verde
y azul oscuro hacia el este, dejaba caer sobre las colinas
Un vague crépuscule aux teintes opalines, un vago crepúsculo
de tonalidades opalinas
Qui confondait le bois, le marais et le champ. que confundía
el bosque con el pantano y el campo.
C'était la paix partout, la paix sereine et grave; Por
doquier se extendía la paz, la paz serena y grave.
Et ceux qui descendaient de la lande aux rochers, Y los que
bajaban de las landas a los escollos
Ce soir-là, relevaient aussi leurs fronts penchés aquella
tarde, volvían a levanter también sus frentes abatidas
Et se sentaient le coeur plus joyeux et plus brave. y
sentían su corazón más dichoso y valiente.
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