OUBLIERAS‑TU QUE D'HEURES DOUCES
Del libro “Les aveux”
Oublieras-tu que d'heures douces ¿Te olvidarás de las dulces
horas
Nous enterrâmes sous les mousses que enterramos bajo el
musgo
Du bois suave de l'amour? del suave bosque del amor?
Et nous amoncelions sur elles Y sobre él amontonamos
Des fleurs et des feuilles nouvelles; flores y hojas nuevas;
Et c'étaient, ces feuilles d'un jour, y esas hojas de un día
eran
Nos espérances alors vertes; nuestras esperanzas tiernas;
C'étaient, ces fleurs à peine ouverte, y esas flores
entreabiertas eran
Nos bonheurs, fané sans retour. nuestras dichas, sin remedio
marchitas.
Oublier ces heures passées ¿Olvidar las horas transcurridas
Et leurs bienheureuses pensées? y los pensamientos
bienaventurados?
Un spectre veille et ne veut pas. Un fantasma acecha y no se
retira.
Mon âme est une tombe noire Mi alma es una negra tumba
Que garde en priant la mémoire, que contiene el recuerdo al
que reza,
Et le regret me dit tout bas: y su lamento me dice en voz
baja:
«Les félicités anciennes “La antigua felicidad,
Ô coeur malade! sont les peines ¡corazón enfermo!, es la
pena
Dont jamais tu ne guériras.» de la que nunca sanarás.”
A continuación, adjunto un enlace a la versión para voz y
piano de este poema, compuesta por Charles Widor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario