LE CAPTIF EL CAUTIVO
Del libro “Idylles et legends”
Il est, non
loin des tièdes syrtes No lejos de los calurosos bancos de arena
Où bleuit
la mer en repos, donde el mar apacible se vuelve azul,
Un bois
d’orangers et de myrtes hay un bosque de naranjos y arrayanes
Dont
n’approchent point les troupeaux. al que los rebaños no osan acercase.
Là, sous
l’ombre antique d’un arbre, Allí, bajo la antigua sombra de un árbol,
Un satyre,
ouvrage divin, un sátiro, criatura divina,
Sourit dans
sa gaine de marbre, sonríe en su pedestal de mármol
Comme
réjoui par le vin. como si le regocijara el vino.
Il a des
oreilles aiguës Posee orejas puntiagudas
Que dresse
un frémissement prompt; que un veloz estremecimiento estira,
De jeunes
cornes invaincues recientes e invictos cuernos
Reluisent
sur son mâle front; relucen en su frente varonil,
On voit que
ses larges narines se advierte que sus enormes narices
Portent à
ses heureux esprits llenan su espíritu dichoso
La
fraîcheur des brises marines con el frescor de la brisa marina
Et les
parfums des bois fleuris; y los perfumes de los floridos bosques,
Les coins
soulevés de ses lèvres las estiradas comisuras de sus labios
Rappellent
le falerne bu; traen a la memoria el vino consumido,
Deux
glandes, comme en ont les chèvres, y dos borlas como las de las cabras
Pendent
sous son menton barbu. cuelgan de su barbudo mentón.
Captif du
socle pentélique, Cautivado por la figura pentélica,
Languit un
triste adolescent: languidece un triste adolescente:
Le dieu, de
son regard oblique, el dios, mirándolo de soslayo,
Lui verse
un rayon caressant. le dirige un rayo de luz acariciadora.
Mais lui,
l’enfant aux ailes blanches, Pero él, muchacho de alas blancas,
Lève des
yeux brillants de pleurs, alza unos ojos donde brillan las lágrimas,
À cause de
ses molles hanches, provocadas por el encadenamiento a la estatua
De ses bras
liés par des fleurs. de sus suaves caderas y sus brazos.
Les larmes
sur sa belle joue Las lágrimas de sus hermosas mejillas
Mouillent
sa chevelure d’or. empapan su cabellera dorada.
Parfois ses
ailes qu’il secoue A veces, sacude sus alas como
Méditent
l’impossible essor. si intentara un vuelo imposible.
Et tant que
le soleil éclaire Y mientras el sol ilumina aún
Le bois
chaste et silencieux, el casto y silencioso bosque,
Les fiers
desseins et la colère la orgullosa aspiración y la cólera
Enflamment
ses humides yeux. inflaman sus húmedos ojos.
Mais quand
vient l’ombre transparente Pero cuando la sombra transparente
Ramener les
Nymphes en chœur, trae de vuelta el coro de las ninfas,
Il rit, et
sa chaîne odorante se ríe, y su fragante cadena de flores
Enivre
doucement son cœur. embriaga con dulzura su corazón.
La estrofa empleada por el poeta para componer este poema en el año 1871, es la misma que utilizó Théophile Gautier en su emblemático libro "Esmaltes y camafeos". Anatole France pertenecía por entonces al círculo parnasiano, y arrancó su carrera literaria en los géneros poéticos, aunque fueron las novelas las que le conducirían a obtener el prestigioso Premio Nobel en 1921, justo cincuenta años después.
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